Una pausa

El mundo no se para a pensar. Todo el mundo se mueve en un continuo quehacer. Parece que los detalles importantes han perdido toda su importancia. La rutina, la economía y el trabajo rigen ahora nuestras vidas. Ya no se pueden ver personas contemplando la calle desde su ventana. Pocos dedican tiempo a la reflexión y a estar en la naturaleza. Actualmente parece que lo que no da beneficios no merece la pena.

Y es que parece que ya nadie se fija ni se preocupa de los pequeños detalles de la vida: la naturaleza, la lluvia, el sonido del mar, el canto de un pájaro, los niños, la sabiduría de un anciano, el cielo y sus cuerpos, el reflejo de la luna sobre el mar, conversar contigo mismo y disfrutar de la presencia de los demás. Porque aquí solo estamos durante un corto tiempo, y no conviene desaprovecharlo en cosas vanas. Hasta ahí la reflexión. Ahora más fotos: